jueves, 8 de septiembre de 2011

Me siento orgullosa

Sí, ya lo sé. Llevo unos días sin escribir, pero entre tantos deberes, apenas he tenido tiempo.Porque aquí quizás los exámenes no son súper difíciles,  pero a los profesores les encanta poner nota por los deberes. Pero bueno, basta de quejas, os voy a contar que he hecho estos días (creo que desde el Lunes que no escribo), por lo que esta será una entrada un pelín larga.
Creo que las cosas más interesantes fueron que en Genetics estuvimos haciendo como unas pruebas de paternidad. Me explico. Lo que hacemos es: tenemos el ADN de varios sujetos, le metemos enzimas que cortan el ADN en cachitos y luego eso lo ponemos en un gel, le metemos descargas eléctricas y los cachitos se mueven  y se colocan de más grandes a más pequeños forman como un código de barras. Como tenemos varios sujetos, comparamos y tenemos que decir si son padre e hijo, si uno y otro es el mismo sujeto y cosas por el estilo. Suena raro, pero me encanta!
Otra cosa que pasó en clase fue que en clase de IED (Intro to Engineering Design) hicimos una presentación sobre la evolución de un producto, yo por supuesto, hice de la tabla de surf. Y parece que al profesor le gustó mucho la presentación. ¡Cómo me gusta esa clase!
Ahora vais a flipar. Estaba en Física, y el profesor dice: coged la hoja sobre la trayectoria del gato, sacadla de vuestro archivador, haced una bola de papel...y tirádsela a vuestro instructor. En ese momento yo me quedé, no, no puede decirlo en serio. Pero si. Hizo eso porque la hoja no valía y el profesor, como es así de majo y a veces hace cosas para hacer las clases más entretenidas, pues nos mandó hacer eso. También estoy muy contenta con esta clase (¿con qué clase no estoy contenta yo?).
Las tardes practicamente me las pasé con deberes pero una de las tardes me encantó porque jugué al LEGO con mi host brother. Bueno, la verdad fue: primero me pidió ayuda porque el libro no venía con instrucciones y no sabía cómo montarlo, entonces Marina se pone manos a la obra y mientras el niño ve SpongeBob, Marina se convierte en la niña pequeña más feliz del mundo. Me gustó porque me recordó a cuando era pequeña y jugaba con el LEGO, sobre todo me acuerdo de ciertas construcciones hechas con mi padre. ¡Qué recuerdos!

Y la tarde de hoy os la tengo que contar. Salgo del insti y ¿adónde voy? Pues a la piscina porque, señores lectores, hoy he empezado los entrenamientos de piscina. Entonces entré, me fui para los vestuarios con el resto de las chicas, me cambié y me fui a la piscina donde estaba todo el mundo en esterillas. Y llega el entrenador, super majo, que me enteré hoy que fue entrenador de una nadadora olímpica, y nos puso a hacer abdominales y estiramientos. Luego, nos puso a nadar 75 yardas a croll y 25 yardas a espalda durante 17 minutos. Luego 800 yardas a espaldas pero con patada de mariposa. Luego cuatro tandas de cuatro minutos donde tenías que intentar mejorar los largos que hacías en cada tanda. Y para acabar, tuvimos que bucear 25 yardas ocho veces. No estuvo mal. Parece un montón y sobre todo si me conocéis sabréis que no soy la persona con mejor forma física del mundo, pero la verdad es que me gustó y creo que voy a poder con ello. Mañana tengo otra vez y el sábado también porque creo que tengo todos los días excepto domingo. Sí, 12 horas de entrenamiento semanal.

Pero lo mejor, y la razón de mi título, es porque hoy he cocinado mi primer tortilla de patatas. ¡Y me salió bien! Hoy como no tenía muchos deberes y fuimos al supermercado, le comenté a mi host mother si le parecía bien, que como hoy íbamos a estar todos en casa para la cena, pues que preparará yo la cena. Entonces compramos patatas y cebollas y llegamos a casa y me puse a cocinar. Claro, yo super nerviosa porque era la primera vez que lo intentaba y sólo había visto a mi madre hacerla. Pero sin ningún problema. Pelé las patatas y las corté en trocitos e hice lo mismo con la cebolla. Lo freí en una sartén de wok (no había otra) con aceite de una flor que no sabía lo que era y luego lo mezclé todo con el huevo batido y lo volví a freír. Todo esto yo sola excepto para darle la vuelta que la sartén pesaba tanto que no podía yo sola con ella (al fin y al cabo, era una tortilla para 6 personas) y bueno, no tenía el color de las tortillas de mi madre pero en cuanto la serví y la probé, estaba muy rica, un poquitín sosilla, pero por lo demás estaba perfecta. Y además, a menos que me mintieran, que no creo, les gustó mucho. ¡De hecho repitieron! Creo que me voy a animar a cocinar más veces.

1 comentario:

  1. MARINAAA!!!! me encanta leer tu blog, me transmite unaa positividad increible!!!! DIOS ME ESTA DANDO UN HAMBRE INCREIBLE ESA TORTILLA!!!!!! que guay,que pens que mi hermano no tengo lego que si no em pongo yo tambien a jugar jaja

    DIOS COMO MOLAN TUS CLASES DIOS MIO SON INCREIBLEMENETE GENIALES!!!

    ESPERO TU SIGUIENTE ENTRADA CON IMAPCIENCIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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