martes, 17 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 7 (last one)

Todo comienzo tiene un final, y para despedir este viaje a Florida, lo cerramos con Animal Kingdom, que es como un bosque/selva/zoo a la grande.
Empezamos el tour con el show del Rey León (que ganas tengo de ver esa película otra vez) pero que se canceló a la mitad del show, porque uno de los acróbatas golpeó a Timón en una pirueta. Luego, safari en la zona de África para ver los animales que te puedes encontrar en la sabana, y un recorrido con monos y pájaros.


Después de África, tocaba visitar el árbol de la película bichos (muy logrado la verdad) para ver la película 3D “It’s tough to be a bug” (Es duro ser un bicho), que me pegó un susto de muerte en un momento que algo te toca la espalda, porque era como de esos cines de 3D en los que los asientos se mueven y te echan agüilla.
 
Y pasamos de Bichos a la misteriosa Asia. Esta parte estaba ambientada en India y el Tibet y Nepal, sobre todo. Visitamos la parte que era un zoo y como no, había dragones de Komodo, murciélagos gigantescos y tigres (dios mio, cuantas fotos le saqué a los tigres).


Y comimos en un restaurante que parecía hindú y luego fuimos a Dinoland a ver el musical de Buscando a Nemo, que aunque casi me duermo porque estaba muerta del cansancio, reconozco que era un buen musical, las marionetas estaban muy bien conseguidas y la gente que cantaba lo hacía estupendamente bien.
Nada más salir, como habíamos conseguido un fast pass para dos atracciones en Dinoland tuvimos que ir corriendo para poder aprovecharlos, porque coincidía justo a la salida dl musical. Una de las atracciones era como una montaña rusa en una taza que daba vueltas y subía y bajaba; la otra era un “viaje al pasado” a la época de los dinosaurios en la que casi me muero cuando la cabeza de un Tiranosaurio Rex casi me come. Por lo demás, todo muy entretenido.
Y luego a la montaña rusa del Everest que literalmente parece una montaña de verdad y en la que vas y te encuentras al yeti. ¡Cómo me lo pasé en esa! Quería repetir pero teníamos que ir a cenar al Rainforest Café, un restaurante que parece una selva y que tiene un mini acuario y monos y está lleno de hojas en el techo y está bastante bien, sobre todo la comida. Mmmmmmmmm.

miércoles, 11 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 6

Hoy he estado en once países. Espera, ¿cómo? No, no os asustéis, aún no he vuelto a España o a Europa, yo sigo aquí en América. Y entonces, ¿Por qué digo que visité tantos países en un día? Pues porque hoy fuimos a Epcot, una parte de Disneyworld que es como una exposición mundial. Es como un parque educativo, con una sección que está pensada más para adultos que para niños.
Entras en el parque y parece salido del futuro con una bola gigante que parece una pelota d golf. Luego tiene varias “atracciones” y un lago rodeado con pabellones para cada país. Primero fuimos a una atracción que me encantó en la que volabas por California, aunque viendo surfistas me entraron una morriña de surf increíbles. Luego fuimos a la atracción de Nemo que no era gran cosa, era simplemente un vehículo que te llevaba por un acuario. Después hicimos un par de minutos de cola para Fast Trrack que básicamente consiste en un circuito de test de coches, en el que vas montado, y al que aceleran, paran, dan curvas y curvas, lo ponen a frío y a calor y te llevan a toda pastilla por una “autopista”. La siguiente atracción y la última antes de comer, fue la que estaba dentro de la pelota de golf gigante que consistía en un viaje desde las cavernas hasta el presente pasando por tu futuro, después de contestar a un par de preguntas.
Y a la comida, pues a comer en una restaurante japonés que me prestó muchísimo. Sushi, ensalada, limonada y seguir visitando países. Canadá, nada interesante; Bretaña, palacio, pubs, teterías y cabina de teléfono roja; Francia, con la torre Eiffel y bistrós y creperies (que ricas estaban); Marruecos y un palacete estilo la Alhambra y el bazar; Japón y estanque con carpas y templo; America y con el edificio donde se firmo la Declaración de Independencia; Italia con edificios que yo no supe si era Roma o Florencia; Alemania que pareció sacado de los de las montañas de Baviera; China con su ciudad prohibida; Noruega y los vikingos; y México con una pirámide azteca que es dónde cenamos y dónde mi padre americano me preparó la sorpresa de celebrar los Reyes Magos, regalándome una camiseta de Cenicienta (una broma que tengo con la familia) y una tarta de chocolate riquísima. La verdad me hizo bastante ilusión el detalle porque son típicas cosas que es cuando te das cuenta de que no estás en casa, de que no te levantas pronto porque “¡vienen los reyes!” o ir a casa de los abuelos y estar con la familia y sobre todo lo que echas en falta es estar con tus padres.
Después de cenar, fuimos a hacer las últimas compras, ver un concierto de rock celta en Cánada y disfrutar de los fuegos artificiales de los cuales os dejo el vídeo aquí:

viernes, 6 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 5
















Quinto día, y Univeral Studios again. Pero esta vez no a lo que es propiamente Univeral Studios sino a Island of Adventures, que está muchísimo mejor que Universal Studios (y eso que Universal me gustó mucho).
Y, ¿por qué está muchísimo mejor? Bueno, tiene Hogwarts y Hogsmeade tal cual. El decorado, conseguidísimo: las casas de Hogsmeade con nieve en el tejado, la tienda de artículos de broma de Zonko, la tienda de chuches con ranas de chocolate y gominolas de cualquier sabor, la taberna de las tres escobas, Olivander's, puesto de cerveza de mantequilla (que estaba riquísima) y por supuesto, el castillo de Hogwarts. Y después de dos horas de cola (si, dos horas enteritas) entramos en el castillo de Hogwarts, pasando por el despacho de Dumbledore, la clase de Defensa contra las Artes Oscuras y los pasillos con pinturas que hablaban, para llegar a la atracción que consistía en un viaje en un vehículo llevado por magia con el que sobrevolabas Hogwarts, y el bosque con todas las arañas, y el campo de quidditch y los dementores y también escapabas de un dragón. La atracción mezclaba pantalla con escenario real, con lo que casi me muero con las arañas del decorado, era gigantescas y estaban muy cerca de los asientos, demasiado cerca diría yo.
Después de la atracción, fuimos a la mini montaña rusa del hipogrifo que era para niños y después a la que se llamaba el Dragon Challengue que era una montaña rusa con muchísimo loops y giros (yo aún no me creo que hubiera subido ahí), pero me encantó.
Al acabar nuestra visita a la zona de Harry Potter, fuimos a la zona Simbad el Marino para comer y ver un show un poco cutre (todo hay que decirle) sobre el Templo de Poseidón, en el que te metías y recorrías varias salas como en una "aventura" y luego aparecían Poseidón y otro dios a luchar. La verdad es que podía haber prescindido de esa atracción.
Y más tarde, nos volvimos niñas otra vez mi "hermana" y yo, en la parte de "The cat in the hat", que es una serie de dibujos animados propia de la infancia de cualquier niño americano, y la verdad me chifló porque parece todo como salido de Willie Wonka, con muchos colores y formas que recuerdan a pasteles.
Esto fue básicamente un aperitivo antes de lo grande: la montaña rusa de Hulk. Eso sí que es una montaña rusa. Loops, giros, bastante altura, y dolor de cabeza porque mientras vas en la montaña rusa, tu cabeza no para quieta, y se va dando cabezazos contra el asiento, lo cual te deja la cabeza como un bombo. Pero merece totalmente la pena. Yo la verdad cuando la vi en el mapa, pensé que jamás de los jamases me atrevería a eso, pero lo hice, y me lo pasé pipa.
Luego, siguiendo la ciudad de los superhéroes de Marvel, fuimos a la atracción de Spiderman que es como la  de Harry Potter,mezclando pantallas y decorado, pero esta ven 3D, lo que te da mayor sensación de estar en la película.
Y como tanta emoción tampoco es buena, tocaba visita a la isla de los comics, donde se encontraba Popeye (que ahora entiendo el significado de su nombre), Krazy Kat, Betty Boop y muchos más personajes de las viñetas antiguas de los periódicos americanos.
Y vuelta otra vez a Hogwarts para tiendas y una vuelta más en el Dragon Challenge de noche, que la verdad, no presta tanto, porque no ves nada (no había casi luces).
La verdad fue un día largo y lleno de emociones fuertes, pero me lo pasé genial.

jueves, 5 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 4

Bueno y ya estamos en mi cuarto día en Florida y como no, no podía estar en Orlando sin ir a Disney, así que allá fui a Disney's Hollywood Studios. El truco para disfrutarlo es: llegar pronto, tener un buen aparcamiento, entrar e ir directamente a las atracciones que más molan para no tener que hacer colas de dos horas.

Por esta razón hicimos lo siguiente, la primera de todas, Star Wars que sólo fueron 10 minutos esperando. La atracción consiste en una pantalla con 3D en la que haces un viaje intergaláctico disparando a la estrella de la muerte y escapando de las naves enemigas que te persiguen porque tienes un espía a bordo de la  nave.








La siguiente, por supuesto, tenía que ser Toy Story y aunque tuvimos que esperar 40 minutos, mereció la pena. ¿Por qué? Pues bueno, primero por que es Pixar y estoy enamorada de Pixar. Segundo, porque el decorado para esperar en la cola estaba super bien hecho, con juguetes de la película y una mister Potato parlante con el que te podías sacar fotos. Y luego la atracción que consistía en unos asientos que se iban moviendo y desde los cuales tenías que disparar a diferentes objectos colocados en pantallas con tecnología 3D para conseguir puntos. Fue súper divertido.
Después fuimos directos a la Tower of Terror, y yo claro, muerta de miedo, porque señoras y señores, no tengo miedo de cruzar el Atlántico y dejar España para estar un año aquí, o nadar entre tiburones, pero me aterrorizan las atracciones del tipo torre alta que sube y baja o montañas rusas. Y claro, hay estamos en un "hotel encantado" esperando en una cola a lo que pensaba yo que sería mi muerte. Y bueno en la cola, estaba nerviosa pero eso no tiene comparación a como estaba en la atracción, cuando estábamos sentados en la cosa que subía y bajaba. Juro que antes de que empezara a moverse yo casi me muero de la angustia y de los nervios por estar ahí. Pero después todo estuvo bien. Un par de sustos, ir arriba y abajo y listo. No fue para tanto. Pero mi cara en la foto que compró mi padre americano no tiene precio. Para él es cara de "constipated" (estreñida) pero para mí es cara de voy-a-morir-en-esta-atracción.
Después de eso, el show de la Bella y la Bestia, en la cual me sabía todas las canciones pero como estaban en inglés no podía cantar ninguna. Nada, un chasco, aunque el espectáculo me encantó.
Y después de eso, vencer otro de mis miedos: las montañas rusas. Y me enfrente a nada más ni nada menos que a la Rock 'n' Roller Coaster de Aerosmith que tiene loops y va muy rápido, a la cual ya había ido en el Disney de París, pero la había hecho con los ojos cerrados. Pero esta vez estuvieron bien abiertos y menos mal, porque si no me hubiera perdido esa atracción tan alucinante otra vez. La cosa consiste basicamente que una montaña rusa rápida y con movimiento que tiene cosas que brillan en la oscuridad que te recuerdan a cosas de rock o a California, mientras suena música rock en los mini altavoces que tienes en el respaldo del asiento. Una experiencia.
Después, otro show de princesas pero está vez: bajo del maaaaaaaar, bajo del maaaaar... Creo que sabéis de lo que hablo. Claro que sí: La Sirenita. La verdad lo que más me gustó del show fue cuando estaba todo oscuro y pusieron la canción que acabo de cantar con marionetas que brillaban en la oscuridad.
Salimos de la Sirenita y no podía faltar hacernos una foto con Phineas y Pherb antes de ir a ver el show de Indiana Jones, que aunque me pareció algo aburrido, reconozco que el set estaba muy bien montado, pero me faltó continuidad en el show porque se paraban mucho a montarño y desmontarlo mientras hacían bromas con personas del público.

Y como ya estaba anocheciendo, hora de cenar en un restaurante donde los camareros son tus padres y te mandan que te laves las manos, no pongas los codos en la mesa y que te comas todas las verduras. Me gustaba el sitio, pero lo de que se metan conmigo no tanto, yo soy más de comer con tranquilidad, a mi bola, sin nadie que me esté encima, pero bueno, una experiencia más.
Y por fin, de noche, y la calle de Hollywood completamente iluminada con luces de navidad y el show Fantasmic de Mickey Mouse que hace un repaso a todas las películas clásicas de Disney que han marcado infancia de muchas generaciones como la mía. Tengo que reconocer que el show me emocionó porque me sentí como una niña pequeña otra vez y recordé muchas cosas de mi infancia viendo los fragmentos de las películas en las paredes de agua donde estaba  proyectadas. Fue un momento muy tierno para acabar el día.

miércoles, 4 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 3

Después de un parque más o menos relajado (Sea World), nos metimos a Univeral Studios, que me encantó.
Primero fuimos a Shrek en 3D que consiste en una película en la que Shrek viaja para rescatar a Fiona de manos del príncipe que quería casarse con ella en la primera película. La verdad, aunque yo no soy mucho del 3D, principalmente porque tengo problemas para verlo bien, te metes muchísimo más en la película.
Después anduvimos por los decoradors de Hollywood sacando millones de fotos de los sitios y con personajes como el profesor de Regreso al futuro, Scooby Doo, el pajaro loco y Bullwinkle, antes de ir a comer a una cafetería estilo rockabilly de los años 50, que me encantó, además de que las hamburguesas estaban ricas.
Luego fuimos al show de Terminator (también en 3D) y al de E.T. En este último ibas en una bicicleta y volando, recorrías un bosque, con lo cual me sentí totalmente dentro de la película. Al salir de esta última, fuimos al parque de juegos de los niños pequeños con las atracciones del pájaro loco, George el curioso y Barney. Me sentí como una niña pequeña otra vez, me encantó.
Pero lo mejor fueron las tres últimas atracciones: Men in Black, The Simpson y The Mummy.
La de Men in Black tenías que ir en una nave y disparar a marcianos a lo largo del recorrido, y ganabas puntos. Yo me emocioné toda ahí matando a aliens a diestro y siniestro.
En la de los Simpsons, te metían en una "montaña rusa" que era una pantalla pero donde te sentabas se movía. La verdad, es que estaba muy bien montado, porque sentías que todo los desastres que ocurrían en la pantalla te ocurrían de verdad a ti.
Y de última, The Mummy que era una montaña rusa (pequeña) de la que salían momias de la nada, y escarabajos, y fuego, que la verdad prestaba bastante, porque estos días, a pesar de que es Florida, los efectos de Enero no pasan desapercibidos, aunque claro, no es como en Indiana que ahora mismo necesitas un buen abrigo y botas porque está nevando.

martes, 3 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 2

Dos de enero, segundo día en Florida, y te das cuenta de que en Disneyworld va a estar demasiado lleno. Bueno, pues te vas a Sea World Orlando, un parque con animalitos y atracciones.
Y llegamos a Sea World y nos separamos: mi "hermana" y yo por un lado, y mi "padre" y mi "hermano" por otro.


Y empezamos la visita viendo las rayas,los delfines, los flamencos, las focas, los pingüinos, los tiburones y acabar en el Shamu Stadium para ver el show de las orcas, que no me impresionó tanto porque se parecía mucho a uno al que había ido en Canarias. Después de todo eso (que aunque parezca poco, lo es) fuimos a comer a un café en el parque y nos sentamos a la sombre, mala idea teniendo en cuenta que hacía un frío que pelaba. 





Cuando acabamos de comer fuimos a coger unas pedaletas que me hacían mucha gracia porque tenían forma de flamenco, y nos pusimos a hacer carreras y a persguirnos por en medio del lago. Y después de 20 minutos que se pasaron cortos pero que nos dejaron las piernas doloridas, mi hermana y yo volvimos a ser pequeñas de nuevo, yendo a las atracciones de los niños pequeños: las tazas locas, una mini montaña rusa, las barcas... y por supuesto en un parque de juego (no me sale la palabra en español) con redes y tubos y columpios, en el cual sólo había niños pequeños y padres, lo cual se hacía un poco raro estar ahí siendo dos adolescentes, pero que narices, nos lo pasamos genial.
Después de estar un rato ahí, que basicamente lo usamos para pasar el tiempo, fuimos al show de acróbatas que  contaba una historia parecida a la de la sirenita pero la Sirenita era una acróbata asiática que hacía unas piruetas impresionantes. Bueno la verdad es que todos los actores eran increíbles acróbatas. 
Y como había tiempo para más shows, pues nos metimos en unos piratas con chistes malísimos pero con buenos leones marinos para hacer el show y una nutria pequeñaja que parecía más una rata grande que otra cosa. Ya cuando acabó el show era casi hora de irnos, y para acabar el día, mi hermano y yo nos fuimos al sky tower (un ascensor desde el que se veía todo el parque, justo en la puesta de sol), mientras mi hermana y mi padre se iban a una montaña rusa que a mi me daba mucho miedo. Sí, soy una gallina, tengo un miedo terrible a las montañas rusas, pero bueno que se le va hacer, nadie es perfecto, ¿no?

lunes, 2 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 1

¿Qué mejor plan que para empezar el año nuevo que irse a Florida, no? Pues ya me veis, el día de año nuevo levantándome a las 7 de la mañana para meterme en el coche rumbo a Florida. 

Kentucky y parada en McDonalds a desayunar. Tenesse y sus impresionantes vistas, porque os juro que es uno de los estados más bonitos que existen. Todo son montañas, y bosques y lagos y naturaleza. Es espectacular. Y luego Georgia, que es enoooooooorme. Tardamos una eternidad en cruzar ese estado, pero por lo menos vi Atlanta, ciudad en al que vive mi querido amigo bloguero Alex Wonder y que me dejó ganas de ver más, porque me sorprendió lo grande que es la ciudad. 
Y después de dibujar en la molskine, escuchar música, ver tres películas (una de las cuales era la primera entrega de Star Wars), lo que equivale todo en total a 16 horas de coche, llegamos al hotel en Orlando, Florida. Y después de instalarnos y ver parte de Pulp Fiction (¡cómo me gusta esa película!), me dormí porque básicamente no podía con el alma.

ORGULLO Y AÑO NUEVO

Y desde Nochebuena a Nochevieja, ¿qué hiciste? Pues queridos lectores, entrenar como nunca lo había hecho en mi vida. Mis cinco días después de Navidad fueron: el lunes no ir a entrenar porque aún no me encontraba recuperada del todo; el martes entrenamiento de 6 a 7 y competición aunque sólo fui a animar al equipo, porque no había entrenado los días anteriores, y no iba a poder hacerlo bien; y miércoles, jueves y viernes entrenamiento de 3 horas por la mañana (de 7 a 10) y dos horas por la tarde (de 3 a 5). Esos días mi vida se convirtió en: entrenar, desayuno, siesta, comer, entrenar, dormir y vuelta a empezar. Y además los entrenamientos no eran de relax, no, no, aquí se entrena duro. Y sobre todo para mí que no estaba en buena forma. Pero con estos sets, estoy en buena forma, pero no sólo con eso una se siente bien, una se siente reconfortada y orgullosa porque lo hace. Porque se levanta a las 6 de la mañana para ir a entrenar e intenta hacer todo, y aunque a veces no se consiga hacer todo, todo, por lo menos no abandono. Pero de lo que más me siento orgullosa es de lo que hice el sábado de Nochevieja. El día 31 de diciembre de 2011 puedo decir que nadé 11200 yardas, lo que equivale a 10.8 quilómetros, casi sin parar, sin rendirme y en menos de cuatro horas, lo que para mí es un record personal.
 Eso sí, después de nadar tanto acabas muerta. Aunque la verdad es que los 7 primeros quilómetros se me hicieron cómodos, no fáciles, pero no encontré mayor dificultad. El problema fueron las últimas 3200 yardas (aproximadamente 3 quilómetros) que fueron los más duros y los que más me costó hacer. Y después del maratón, un buen desayuno, preparado por todas las mamás del equipo de natación, y luego ducha, descansar y hacer skype con mis padres tomando las uvas. Tengo que reconocer que aunque tuve morriña de casa e incluso lloré emocionada cuando acabé de comer las uvas y decirles te quiero y feliz año a mis padres, lo llevé mejor de lo que esperaba. Mis expectativas básicamente eran pasarme las Navidades llorando y con muchísima morriña, pero no fue así. Aunque tengo que reconocer que no es fácil pasar unas fechas tan familiares sin mis padres, mi familia y mis amigos, te das cuenta de lo que estás viviendo y de que eres más fuerte de lo que pensabas. Debo reconocer que el año 2011 ha sido uno de los mejores de mi vida, no sólo por haber cruzado el Atlántico, sino por toda la gente que en España y aquí me han rodeado, y porque he sentido el cariño de todas esas personas (cariño que cruza océanos también) y porque me ha dado la oportunidad de conocerme mejor y ver mis posibilidades.
Sólo quiero deciros a todos gracias por seguirme y mostrarme vuestro cariño, y deciros:
¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!

NAVIDAD

Queridos lectores, seguro en que en estas fiestas tan señaladas os preguntaréis: ¿y cómo pasa Marina las navidades en América? ¿Cómo son allí? ¿Qué se hace? Igual también os preguntaréis como se siente.
Bueno, las Navidades en América son lo siguiente. Empiezan el Día de Acción de Gracias (si leísteis la entrada sobre Acción de Gracias entendéis por qué). A partir de ese momento todo se vuelve navideño: las casas se decoran, todo son luces en las calles y en los vecindarios, se hacen y regalan dulces, se oyen villancicos de Mariah Carey y Justin Bieber en la radio… Más americano imposible. Y se hacen las compras de Navidad. 

Lo cual es una completa locura. Básicamente porque todo el mundo lo deja para el último momento. Todo el mundo (yo incluida) se estresa con las míticas preguntas de: ¿Y le gustará? ¿Y qué le compro a mamá? ¿Y a esta amiga? ¿Y a mis hermanas? ¿Y qué talla tienen? Y claro después está el mall (centro comercial) que si las compras navideñas ya son agobiantes de por sí, encerrarte en un gigantesco comercial atestado de gente, no ayuda. Y acabas con todos los regalos, y por una parte te sientes bien, de poder compartir los regalos (sobre todo si sabes que a la gente a la que regalas le va a gustar).
Básicamente, a esto fue a lo que me dediqué desde que nos dieron las vacaciones en el instituto, hasta el día de Nochebuena. El día de Nochebuena fue muy diferente a lo que me esperaba. Primero, por la mañana, tuvimos un brunch (breakfast+lunch), es decir, la perfecta excusa para tomarse un desayunazo a la 12 de la mañana, con la mejor amiga de mi host mom. Luego, cuando acabamos de comer e hicimos un poco de sobremesa, fuimos a misa, aunque la misa fue muy cortita ya que empezó antes de la cuenta, y nosotros llegamos tarde, lo cual lo convirtió en una misa express. Cuando volví a casa estaba muerta. No por tanta comida, o por ir a misa. Estaba enferma. Si señores. Enferma el día de Nochebuena. Así que me tiré a echar una siesta. Y cuando me desperté, fui a la cocina y participé con mi familia americana y unos amigos suyos en la fiesta que tenían que consistía en hacer pizzas. Con la masa fresca, recién hecha y cocinadas al horno con los ingredientes que tú quisieras. La verdad, fue una manera original de pasar la Nochebuena. Luego, irse a la cama pronto, y a la mañana siguiente, esperar ser despertada a las 6 de la mañana para abrir los regalos. Primero, coger el calcetín para ver que te ha traído Santa Claus, y luego ir al árbol que es donde están los regalos que los miembros de la familia se intercambian. Y se abren los regalos, uno por uno, y se da las gracias por cada uno de los regalos a la persona que te los da. Me gustó bastante hacer eso, aunque me levanté a las 6 y a las 10 acabamos con todos los regalos, porque teníamos que esperar a los abuelos de mis hermanos americanos.

Y claro, levantarse tan pronto no es bueno para la salud, así que todos a dormir. Bueno, en mi caso no fue así porque tenía que skypear con mi familia. Después, por la tarde, aprovechamos y fuimos a ver una película al cine. La película que yo, mi hermana y un amigo vimos fue Sherlock Holmes, la cual recomiendo (aunque no puedo ser objetiva con esa película cuando mi actor favorito, Robert Dawney Jr, está en ella). 

Y a la cena, una de las cosas más típicas de las Navidades españolas: turrón. Si señores, por cortesía de mis padres que enviaron una caja entera de turrón y mazapán, pude tener unas navidades como Dios manda, aunque fuera comiendo tortitas a la cena. Es que aquí, digamos, todo es diferente.