martes, 17 de enero de 2012

TRIP TO FLORIDA: DAY 7 (last one)

Todo comienzo tiene un final, y para despedir este viaje a Florida, lo cerramos con Animal Kingdom, que es como un bosque/selva/zoo a la grande.
Empezamos el tour con el show del Rey León (que ganas tengo de ver esa película otra vez) pero que se canceló a la mitad del show, porque uno de los acróbatas golpeó a Timón en una pirueta. Luego, safari en la zona de África para ver los animales que te puedes encontrar en la sabana, y un recorrido con monos y pájaros.


Después de África, tocaba visitar el árbol de la película bichos (muy logrado la verdad) para ver la película 3D “It’s tough to be a bug” (Es duro ser un bicho), que me pegó un susto de muerte en un momento que algo te toca la espalda, porque era como de esos cines de 3D en los que los asientos se mueven y te echan agüilla.
 
Y pasamos de Bichos a la misteriosa Asia. Esta parte estaba ambientada en India y el Tibet y Nepal, sobre todo. Visitamos la parte que era un zoo y como no, había dragones de Komodo, murciélagos gigantescos y tigres (dios mio, cuantas fotos le saqué a los tigres).


Y comimos en un restaurante que parecía hindú y luego fuimos a Dinoland a ver el musical de Buscando a Nemo, que aunque casi me duermo porque estaba muerta del cansancio, reconozco que era un buen musical, las marionetas estaban muy bien conseguidas y la gente que cantaba lo hacía estupendamente bien.
Nada más salir, como habíamos conseguido un fast pass para dos atracciones en Dinoland tuvimos que ir corriendo para poder aprovecharlos, porque coincidía justo a la salida dl musical. Una de las atracciones era como una montaña rusa en una taza que daba vueltas y subía y bajaba; la otra era un “viaje al pasado” a la época de los dinosaurios en la que casi me muero cuando la cabeza de un Tiranosaurio Rex casi me come. Por lo demás, todo muy entretenido.
Y luego a la montaña rusa del Everest que literalmente parece una montaña de verdad y en la que vas y te encuentras al yeti. ¡Cómo me lo pasé en esa! Quería repetir pero teníamos que ir a cenar al Rainforest Café, un restaurante que parece una selva y que tiene un mini acuario y monos y está lleno de hojas en el techo y está bastante bien, sobre todo la comida. Mmmmmmmmm.

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