Dos de enero, segundo día en Florida, y te das cuenta de que en Disneyworld va a estar demasiado lleno. Bueno, pues te vas a Sea World Orlando, un parque con animalitos y atracciones.
Y llegamos a Sea World y nos separamos: mi "hermana" y yo por un lado, y mi "padre" y mi "hermano" por otro.
Y empezamos la visita viendo las rayas,los delfines, los flamencos, las focas, los pingüinos, los tiburones y acabar en el Shamu Stadium para ver el show de las orcas, que no me impresionó tanto porque se parecía mucho a uno al que había ido en Canarias. Después de todo eso (que aunque parezca poco, lo es) fuimos a comer a un café en el parque y nos sentamos a la sombre, mala idea teniendo en cuenta que hacía un frío que pelaba.
Cuando acabamos de comer fuimos a coger unas pedaletas que me hacían mucha gracia porque tenían forma de flamenco, y nos pusimos a hacer carreras y a persguirnos por en medio del lago. Y después de 20 minutos que se pasaron cortos pero que nos dejaron las piernas doloridas, mi hermana y yo volvimos a ser pequeñas de nuevo, yendo a las atracciones de los niños pequeños: las tazas locas, una mini montaña rusa, las barcas... y por supuesto en un parque de juego (no me sale la palabra en español) con redes y tubos y columpios, en el cual sólo había niños pequeños y padres, lo cual se hacía un poco raro estar ahí siendo dos adolescentes, pero que narices, nos lo pasamos genial.
Después de estar un rato ahí, que basicamente lo usamos para pasar el tiempo, fuimos al show de acróbatas que contaba una historia parecida a la de la sirenita pero la Sirenita era una acróbata asiática que hacía unas piruetas impresionantes. Bueno la verdad es que todos los actores eran increíbles acróbatas.
Y como había tiempo para más shows, pues nos metimos en unos piratas con chistes malísimos pero con buenos leones marinos para hacer el show y una nutria pequeñaja que parecía más una rata grande que otra cosa. Ya cuando acabó el show era casi hora de irnos, y para acabar el día, mi hermano y yo nos fuimos al sky tower (un ascensor desde el que se veía todo el parque, justo en la puesta de sol), mientras mi hermana y mi padre se iban a una montaña rusa que a mi me daba mucho miedo. Sí, soy una gallina, tengo un miedo terrible a las montañas rusas, pero bueno que se le va hacer, nadie es perfecto, ¿no?
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